La actividad sexual (relaciones, masturbación..) contribuye a un aumento de la calidad de sueño, nos permite dormir mejor.
Después de un orgasmo, el cuerpo libera hormonas, como la oxitocina y la prolactina, que pueden inducir sensaciones placenteras y relajantes. El sexo también reduce los niveles de la hormona cortisol, que está asociada con el estrés.
El sueño es un proceso hormonal, el aumento de cortisol durante el día nos mantiene alerta y la liberación de la melatonina (hormona del sueño) nos permite conciliar el sueño con facilidad. Diferentes estudios indican que estos cambios hormonales que faciliten la relajación pueden causar somnolencia y facilitar el sueño. Este efecto puede ocurrir tanto con la masturbación como con el sexo. Alrededor del 50% de hombres y mujeres dicen que un orgasmo de la masturbación les ayuda a conciliar el sueño y mejora la calidad del sueño.
El sexo con una pareja también conduce a la relajación y mayores sentimientos de cercanía e intimidad que llevan a una conciliación del sueño más rápida. Una investigación llevada a cabo con parejas heterosexuales, encontró que este efecto es mayor en los hombres que en las mujeres, lo que se alinea con una idea socialmente conocida de que los hombres se quedan dormidos rápidamente después del sexo.
Sin embargo, cuando ambas personas alcanzan el orgasmo durante el acto sexual, la diferencia en la somnolencia deja de ser estadísticamente significativa, tanto la mujer como el hombre tienen la misma facilidad para quedarse dormidos.
Tips para mejorar tanto el sueño como el sexo
La relación entre el sueño y el sexo crea una oportunidad para mejorar ambos junto con su bienestar general.
TIPS PARA DORMIR MEJOR
La higiene del sueño, es la base que construye un sueño saludable. Incorpora tanto el entorno del sueño como los hábitos diarios que influyen en el sueño. Los consejos específicos que pueden fortalecer la higiene del sueño incluyen:
- Hacer que el dormitorio sea atractivo estableciendo una temperatura agradable (16 – 20 grados), usando una iluminación tenue y cálida (naranja), asegurando un olor agradable y teniendo un colchón que se ajuste a tus necesidades.
- Eliminar las fuentes de interrupción del sueño por el ruido o la luz mediante el uso de cortinas opacas, un antifaz para dormir, una máquina de ruido blanco y auriculares o tapones para los oídos.
- Mantener un horario de sueño constante, incluso durante festivos. El objetivo debe ser tener la misma hora de levantarse y acostarse todos los días.
- Evitar todo aquello que pueden interferir con el sueño por la noche, como el alcohol, el tabaco, la cafeína, las comidas pesadas y tardías y las siestas largas al final de la tarde o al anochecer.
- Establecer el dormitorio como una zona libre de tecnología en el período previo a la hora de acostarse. Esto significa guardar teléfonos celulares, computadoras portátiles y tabletas durante al menos 30 minutos antes de acostarse.
- Encontrar tiempo todos los días para la actividad física y alguna exposición a la luz natural, especialmente por la mañana.
- Aprender técnicas de relajación e incorporarlas a la rutina nocturna.
Hacer un esfuerzo para mejorar la higiene del sueño puede ayudarlo a mejorar su calidad de sueño un poco más todos los días. Al hacerlo, estos hábitos saludables también pueden allanar el camino hacia una mejor vida sexual.
Anna Millet