Es posible que gracias a la mayor presencia que está tomando en la sociedad el bienestar sexual hayamos escuchado ya que la masturbación es positiva, que lo principal para descubrir nuestro placer es marturbarnos y que solo tu puedes saber qué es lo que te gusta. Todo esto es completamente cierto pero, la realidad es que para que cada una encuentre el camino al interés por su propio placer tiene que romper con algunas creencias tan comúnmente extendidas que ni siquiera se suelen cuestionar.
Una realidad es que el sexo, como muchas otras cosas en esta sociedad, siempre se ha mirado desde un prisma masculino. ¡Incluso la sexualidad femenina! Y resulta que hay muchas diferencias muy relevantes entre la sexualidad femenina y la masculina, y no tenerlas en cuenta impiden que tengamos una relación realista con nuestra sexualidad. A continuación las mencionaremos brevemente y más adelante las iremos tratando en mayor profundidad:
- Curva de excitación: habitualmente, el tiempo que tarda un hombre en iniciar el deseo, pasar a la excitación, querer estimulación genital y alcanzar el orgasmo es bastante menor que el tiempo que requiere una mujer para todo ello. Esta situación es así principalmente cuando los dos sujetos se encuentran en un estado neutro de excitación. Pero, si hablamos de un “calentón” entendiéndolo como la aparición repentina y sin contexto del deseo sexual, normalmente promovido por algún pico hormonal, la mujer puede situarse igual de rápidamente en el punto de deseo de estimulación genital y el alcanzar el orgasmo.
- Deseo/líbido: el deseo primario, ese “calentón” del que hemos hablado antes, se encuentra directamente relacionado con los niveles y las fluctuaciones hormonales, por ese motivo la manera en la que se despierta ese deseo, más biológico e instintivo, es diferente en función del género. Mientras que las fluctuaciones en el hombre generan un ciclo corto y que se repite varias veces al mes, el ciclo hormonal de la mujer es más prolongado y activa la libido en momentos concretos de este mismo ciclo. En algunas mujeres se activa durante la ovulación, en otras durante la menstruación o días previos y/o posteriores a ella.
- Espiral de estimulación: una metáfora que permite entender bastante bien este tema es hacer de cuenta que en nuestro cuerpo hay una espiral que forma un recorrido desde las zonas más periféricas a la más central, tomando de centro la zona genital. Mientras que, habitualmente, el hombre prefiere iniciar la estimulación física empezando directamente por los genitales la mujer lo encuentra hasta demasiado invasivo empezar así. Muchas veces recibir un contacto demasiado precoz directamente en la vulva puede hacer que desconectemos del momento e incluso baje la excitación. Por lo tanto, en esta espiral de estimulación, la mujer suele preferir ir de fuera hacia dentro haciendo hincapié en estimulación progresiva de todas las zonas más erógenas.
- Penetración: se da por entendido que si el hombre recibe placer con la penetración la mujer debe sentir placer con exactamente ese mismo tipo de estimulación genital. Cuando la realidad es que el canal vaginal no tiene ni por asomo las mismas terminaciones nerviosas y receptores de placer que tiene el clítoris. El tema aquí es que se ha hecho como símil del pene la vagina y el verdadero “símil” es el CLÍTORIS. Por ello la penetración como única forma de estimulación genital en la mujer puede causar placer, sobre todo por el simbolismo que se le da de conexión y fusión de un cuerpo con el otro, pero muy infrecuentemente supondrá el alcance del orgasmo femenino. Lo que no significa que no podamos estimular el clítoris durante la penetración, ya sea con las manos o con el roce entre pelvis y zona baja del abdomen.
- Orgasmo clitoriano o ¿vaginal?: a colación del punto anterior tratamos la famosa pregunta de: ¿Soy de orgasmo clitoriano o vaginal? Pues señoras siento decirles (no lo siento jeje), que el órgano que más probable y frecuentemente va a causarnos un orgasmo será el clítoris. Así que ¡todas clitorianas! Ah! y no se nos ocurra entender cómo clitoris únicamente a esa bolita que vemos desde el exterior de la vulva, no! Eso de ahí es únicamente el glande, tremendamente sensible pero, el clítoris al completo es una compleja estructura en forma de horquilla que puede llegar a alcanzar los 11 cm de tamaño. Esta horquilla rotea toda la entrada de la vagina y llega a dar sensibilidad hasta la zona perineal y anal. Así que ese orgasmo que se puede experimentar con la penetración va a ser debido también a la estimulación de los bulbos del clítoris.
- Ritmos y posturas de estimulación: igual que pasa con el tema de la penetración, se espera que las posturas y los ritmos de estimulación con los que suelen disfrutar ellos sean los mismos con los que disfrutamos nosotras. Pero como ya hemos podido ver en los puntos anteriores las necesidades físicas difieren bastante y por tanto habrá posturas con las que disfrutes más tú y el pene esté recibiendo una menor estimulación. Y no pasa nada, puede incluso pierda un poco la erección pero para disfrutar del sexo la erección no debe estar constantemente presente al 100%.
Una vez tienes las pinceladas básicas de cómo es tu sexualidad desde la perspectiva adecuada, desde la visión femenina en contraposición de la masculina, es más fácil que te dirijas a explorar tu cuerpo, a solas o en compañía, y escuches adecuadamente cuáles son las señales y ritmos que necesitas para descubrir el autoplacer. Sin olvidar que es necesario tomar un papel activo en este camino.
- Natalie Martínez Reina. Psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja. Enamorada del amor y de las conexiones humanas, siempre en búsqueda de caminos que permitan mostrar todas las realidades de cada una de las personas de este mundo.