¿Sabías que el estudio del orgasmo femenino ha sido moldeado por sesgos de género y suposiciones sociales? 

La representación y explicación de este fascinante fenómeno continúan generando debates interesantes entre investigadores de diversas disciplinas biológicas.

Desde el desarrollo de los sistemas urogenitales masculino y femenino hasta la diferenciación de los genitales externos, los libros de texto los presentan como homólogos biológicos. 

Sin embargo, la definición y aplicación de la homología en la comprensión de las estructuras reproductivas y la fisiología del placer sexual han experimentado una historia compleja. 

Rebobinemos...

Desde la antigüedad greco-romana hasta finales del siglo XVII, predominó el "modelo de un solo sexo", que percibía los cuerpos masculinos y femeninos como variaciones del mismo tipo. 

En el siglo XVIII, surgió el "modelo de dos sexos", que reconocía diferencias sexuales fundamentales y agrupaba los rasgos sexuales en categorías naturales distintas. 

En el siglo XIX, las relaciones de identidad entre organismos se basaban en el razonamiento analógico y en nociones intuitivas de "igualdad". 

Sin embargo, los estudios comparativos introdujeron criterios formales de homología, incluida la homología sexual, que captura la relación de identidad entre rasgos de ambos sexos dentro de una especie. 

El entendimiento de los cuerpos humanos experimentaron transformaciones significativas en la conceptualización del placer femenino y su conexión con las estructuras reproductivas. 

Con el tiempo, nuevos descubrimientos en biología reproductiva, como la identificación del óvulo de mamíferos y la ovulación espontánea, impulsaron una reevaluación del modelo homólogo. Se reconoció diferencias fundamentales entre la anatomía y la fisiología masculina y femenina. 

El paradigma cambió y surgieron nuevas narrativas científicas que retrataban el placer masculino y femenino como sustancialmente diferentes. No obstante, el interés de los médicos por el placer femenino persiste, reflejando preocupaciones sobre la satisfacción conyugal y el declive de las tasas de natalidad. 

Esta intrincada historia de ideas en torno al orgasmo femenino muestra la interacción entre el conocimiento científico, las creencias sociales y los sesgos de género.

Ainhoa Rodriguez